Ahora sí, apague y vámonos. Esta semana terminamos discutiendo en el país la legitimidad del Estado para emplear su fuerza regula en defensa de todos los colombianos, mediante el bombardeo a los campamentos de los rebeldes ancestrales.
Quienes los pusieron en situación de riesgo, quitándoles la protección del DIH, y los reclutaron ilegalmente son los criminales.
La Empresa de Energía Celsia recuerda a la comunidad que se suspenderá el servicio de energía eléctrica por mantenimiento de redes, en Darién, Buga, entre otros.
El caso de los menores de edad que son reclutados por grupos armados ilegales debe llenar de vergüenza e indignación a toda Colombia, pues, por donde se le mire, son niños víctimas de la guerra.
El caso de los menores de edad que son reclutados por grupos armados ilegales debe llenar de vergüenza e indignación a toda Colombia, pues, por donde se le mire, son niños víctimas de la guerra.
El senador verde Antonio Sanguino anunció que citará al nuevo MinDefensa a debate de control político y a los mandos involucrados en el bombardeo, mientras que colegas hablan de violaciones al derecho internacional humanitario. Roy Barreras dice que al gobierno le correspondía rescatar a los niños, no bombardearlos y Benedetti sostiene que, mientras los criminales los usan de escudo, el Ejército los usó como tiro al blanco.
El término “máquinas de guerra” para denominar niños muertos en un bombardeo, que el ministro de Defensa usó, despertó el rechazo de los expertos en derecho humanitario. Los analistas consultados por Noticias Uno resaltaron que un bombardeo es un ataque unilateral y no un enfrentamiento en el que un menor armado pueda significar un peligro para el agente estatal.
