El Jardín Botánico de Cali es hoy la más importante fábrica de vida que tiene la ciudad.

Un logro que parecía imposible luego de años de estar cerrado por la falta de apoyo para cumplir con su labor de preservar uno de los ecosistemas en vías de extinción en el valle del Cauca, así como para educar a los caleños en el conocimiento y conservación de sus recursos naturales.