Con el arribo de la temporada invernal de marzo que se intensifica en abril, las hormigas arrieras que generalmente permanecen en sus nidos bajo tierra en tiempo seco, emergen para inciiar su período de corte de hojas que alimenten a la colonia. Una de ellas ha tomado forma en la margen izquierda del río Tuluá, a la altura de la calle 31, donde se ya se observan múltiples boquetes de acceso a las galerías que les sirven de refugio. Desde ese sector, permanentemente visitado por personas en función deportivay recreativa, se está haciendo un llamado a la Sedama para que aplique algún correctivo pero salvarguardando el ecosistema.