No es muy fácil entender el modelo aplicado para la contratación del servicio de alumbrado público en Buenaventura, que opera como un impuesto pagado por los habitantes mes a mes, pero con diferencia financiera bastante eficiente que no permiten una operación de calidad y todo el dinero se invierte casi en al pago de la energía utilizada. Después de algunos debates que no dejan conforme nadie, desde el concejo piensan poner en práctica un acompañamiento y veeduría con el apoyo de los líderes comunales en especial énfasis en un correcto inventario que se debe realizar dos veces al año, pero no se ejecuta desde el 2019