El mundo convirtió la riqueza natural en códigos digitales, y Colombia quiere que se pague por usarlos
Descripción
Si un científico encuentra en el Amazonas peruano una planta que ayuda a rejuvenecer la piel, que además sólo existe allí, y una multinacional decide usar la secuencia genética de dicha planta para producir cremas, ungüentos o cualquier otro producto, entonces tendría que pagarle al país por hacer uso de dicho recurso genético. Sin embargo, dicha multinacional hoy no necesita que ningún investigador vaya a la selva. Basta con que sus desarrolladores de productos se sienten frente a una computadora, entren a una base de datos y descarguen la secuencias de recursos genéticos de dicha planta que ya está digitalizada. Por hacer eso no tendrían que pagarle nada a Perú, porque las bases de datos son gratuitas y en ellas se estima que hay más de 300 millones de secuencias disponibles.