Las laderas de Cali —particularmente las comunas 1, 18 y 20— han experimentado una escasez de agua tan grave que ha requerido la intervención de carrotanques para abastecer a los residentes. La razón principal detrás de esta crisis es el bajo caudal de los ríos que alimentan las plantas de tratamiento de La Reforma y Río Cali. Sin embargo, más allá del fenómeno climático, existe una problemática silenciosa que contribuye al desabastecimiento: la creciente construcción, tanto legal como ilegal, en las zonas altas de la ciudad.