Fue histórica la decisión de la Cumbre del Clima, que reúne a más de 190 países, al aprobar el fondo de pérdidas y daños. Las agotadoras jornadas de negociación no se comparan con los más de 20 años de discusión sobre el tema. Se trata ni más ni menos de reconocer que frente a la incapacidad mundial de descarbonizar las economías y evitar las emisiones de gases efecto invernadero, estamos transitando de la era de la posibilidad de la adaptación climática a la era del duelo que significa reconocer pérdidas permanentes y daños irreparables.