Hablar de corrupción en la Corporación Autónoma del Valle del Cauca, CVC, no es nuevo, lo nuevo es que todavía sigan con sus fechorías y ninguna entidad de control, o el gobierno nacional, hagan nada por tapar esta vena rota de los dineros de los vallecaucanos. Tampoco se oye la voz autorizada de los empresarios y su Comité Intergremial del Valle o la mismísima Cámara de Comercio de Cali, nadie quiere comprometerse con tan poderosa y podrida institución.